Brand: Perelada
EAN:
8410743501443MPN: 261589
Categoría: Bebidas alcohólicas
En el año 1923 Miguel Mateu compró el Castillo Perelada con una única misión: la revitalización de la tradición vitivinícola de la D.O. Ampordá, al noreste de España, en Cataluña. De eso han pasado ya 100 años; y todo este siglo, —con sus cosas buenas y malas— no ha querido ser pasado por alto sin antes rendirle homenaje con Perelada 1923 Vino Centenario. ¡Y vaya reconocimiento! El enólogo Delfí Sanahuja es quien se ha puesto al frente de este proyecto (todo un reto) donde se ha conseguido elaborar uno de los mejores vinos de la casa, con una producción muy limitada, y del que tan sólo se han producido unas 1.074 botellas. De hecho, todo esto comenzó con la elaboración de dos tintos, donde finalmente ganó este coupage de garnacha tinta y syrah, del que sólo se continuarán elaborando botellas en las mejores cosechas (cuando la calidad de las uvas lo permitan). Y por lo que vemos y conocemos de Perelada, parece que no será muy difícil que eso ocurra. El origen de Perelada 1923 Vino Centenario hay que buscarlo en el Garbet, un viñedo entre Llançà y Colera, en la bahía de Cap Ras, en plena D.O. Ampordá. En total son unas 12 hectáreas ubicadas a la orilla del Mediterráneo, en pleno terreno montañoso, plantadas en 1997. En esta zona, con una gran variedad de suelos (donde abunda el terreno pizarroso), las cepas se cultivan en terrazas. A ello hay que sumarle una condición única, y es la insolación a la que se exponen los racimos debido a su cercanía al mar. En este sentido, el agua actúa como un espejo, reflejando la luz solar y actuando como regulador térmico (especialmente en verano, cuando suben las temperaturas). Por regla general, en esta zona, donde predomina el clima mediterráneo, los inviernos son suaves y aparece también el viento de Tramontana, que llega a alcanzar los 120 Km/h. Esta primera fase, la del viñedo, es especialmente importante en Perelada, ya que en ella la empresa invierte una gran cantidad de fondos para la investigación, donde se indaga sobre distintos avances: la recolección en distintos momentos de madurez, la exposición solar o la optimización del riego son algunos de los temas que se estudian a pie de campo en el viñedo. Con este especial cuidado que se tiene, no es raro encontrar que la vendimia de Perelada 1923 Vino Centenario se realiza manualmente en cajas, seleccionando los mejores racimos y trasladándose rápidamente a las nuevas bodegas. De hecho, la elaboración de Perelada 1923 Vino Centenario es la que inaugura esta nueva infraestructura donde se guardan hasta 188 depósitos. En ellos es donde se encuba Perelada 1923 Vino Centenario, previa selección en mesa (otra vez) y maceración de tres días en frío (a unos 10 °C). Las levaduras autóctonas serán la clave en este proceso en el que también se utiliza un 10% de raspón lignificado y barricas de roble francés de grano fino y tostado medio. En este último material Perelada 1923 Vino Centenario pasará un año de crianza, seguido de otro año más en botella antes de su...
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Perelada in Bebidas alcohólicas